El frío interno, la emoción del riñón, es la que lo daña, entorpeciendo sus funciones que no necesariamente tienen que ver con el filtrado de sangre, a razón de 200 litros por día, en condiciones normales.
Hay que proteger al riñón del frío hay que protegerlo del miedo y, el primer paso es, admitir que se lo tiene, no negar el miedo que es un mecanismo de defensa.
Lo más estúpido es afirmar que los hombres no deben sentir miedo, la emoción más terrible.
Lo meritorio es actuar a pesar del miedo, pero una cosa es el miedo auténtico y otra cosa son las fobias, que no tienen objeto amenazante real, que ataque al sufriente.
El sentido del oído esta vinculado con el miedo, que es el sentido que se pone en alerta ante el peligro.
Desde la astrología el riñón tiene que ver con el planeta Mercurio, el filtro renal inteligente que, junto con la luna, rige los movimientos del agua.
Además, la astrología tradicional habla de Venus como el planeta de Libra y de los riñones. Venus es la esencia y Mercurio es el filtro renal.
Mercurio es el maestro de los intercambios, de los movimientos, que tienen lugar en el agua que representa lo abismal, el peligro, ese trigrama del I Ching, el 29.
El riñón es la batería del cuerpo, almacena la energía hereditaria y la adquirida, esta energía esta en el espacio llamado Migmen, en la acupuntura.
Del Migmen la energía va a los huesos, a los oídos, a la médula ósea, al cerebro, al útero, los testículos y los vasos sanguíneos.
Por eso el riñón tiene que ver con el crecimiento, el desarrollo del cuerpo y la mente.
La memoria es una propiedad del riñón, que hace posible el proceso del pensar.
El miedo hace que la energía baje, hacia los pies, en forma de diarreas, o cistitis, que son energías descendentes.
Podemos hablar de esta emoción, que nos aterroriza, nos congela, porque el miedo es el frió interno, que como el externo atacan al riñón.
Aquí en el riñón desde la acupuntura viene una intervención, única en las medicinas antiguas, que es la aplicación del calor, con Artemisa, hierba que no ha podido ser igualada, desde una intervención externa, se puede tratar un problema psicológico, como es el miedo, los chinos no distinguían las enfermedades del cuerpo y de la mente porque decían que eran una misma cosa. (En occidente seguimos separando el cuerpo de la mente). Es notable que en los libros antiguos que dan nociones de caracterología, que es el conocimiento de los hombres, se diga que cobarde y valeroso se nace, es algo caracterológico, por lo tanto no es motivo ni de orgullo ni de baja autoestima.
Toda la patología renal tiene una tendencia al enfriamiento, no hay patología de calor en los riñones, es un órgano que hay que cuidar del frío y además darse calor con magnetos y con moxas y además el calor terapéutico de la presencia afectiva.
Lo interesante es que las emociones son impulsos para la actuación para bien, o para mal. Siempre viene el pensamiento antes que la emoción, entonces el miedo es una manera de pensar que se traslada al cuerpo.
El suceso que desencadena el pensamiento puede ser externo o interno, como recuerdos o imaginación.
También es bueno recordar aquello de los cerebros del reptil, del mamífero y del hombre, el cerebro frontal, que están superpuestos los tres y saber que las emociones están localizadas en el cerebro del mamífero, el reptil se encarga de funciones automáticas como la respiración y la temperatura.