Es importante que aprendas a relajar tu mente y tus emociones, y liberar la tensión de tu cuerpo para mejorar la salud y ampliar tu capacidad respiratoria. Para ello haremos algunas sugerencias en un próximo artículo, pero mientras tanto, haz este sencillo ejercicio de respiración: ALARGA LA EXHALACIÓN. La respiración profunda está bien, siempre y cuando se haga lentamente. Este es un camino accesible y seguro para aliviar el estrés.
Sólo concéntrate en alargar cada expulsión de aire. Alárgala poco a poco, cada vez más, hasta conseguir que dure más tiempo que la inspiración. No tienes que hacer nada más que ir contando los tiempos de tu inspiración y de tu exhalación, y procurar primero que se igualen, y luego que el tiempo de expulsión del aire sea cada vez mayor.
Siente cómo el aire entra y sale de tus pulmones cada vez más lenta y suavemente, y en cuanto puedas, respira con la nariz (lo cual también ayudará a alargar los tiempos de respiración)
No prestes atención a la inspiración, sino a la exhalación. Cuando acabes tu exhalación, detente un segundo, y verás como la inhalación se produce espontáneamente, sin que tú intervengas.
Repítelo varias veces y siente cómo el estrés desaparece y te relajas.
Esta técnica de respiración activará tu sistema nervioso parasimpático, que es el responsable de la relajación tanto corporal como mental. Se trata de un ejercicio seguro y sencillo, que puedes practicar siempre que quieras y tantas veces como consideres. Pruébalo.
Juany.
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